
Un estudio realizado en el Laboratorio de Reproducción y Desarrollo de Plantas de Lyon ha revelado que la fragancia de las rosas se debe a la duplicación y mutación reciente de un gen. Este aroma, resultado de los cruces entre variedades europeas y chinas, se debe sobre todo al dimetoxitolueno, una sustancia producida por dos enzimas casi idénticas.
Según este estudio, la síntesis de este perfume especial se debe a la evolución de un gen específico presente en rosas chinas silvestres. Estas rosas chinas, utilizadas para la creación varietal durante el siglo XIX, transmiten ese gen junto con su perfume a sus descendientes modernos.Las rosas modernas resultan de la hibridación de rosas europeas con rosas chinas cuya aparición en Europa a finales del siglo XVIII estimuló la creación varietal. De hecho, las rosas chinas se diferenciaban de los rosas europeas porque florecían de manera recurrente de la primavera al otoño. Además, las rosas chinas se distinguían por su perfume rico en compuestos fenólicos como el DMT cuya fragancia sutil se asemeja a la del té.
Las últimas etapas de la biosíntesis de este compuesto necesitan la acción sucesiva de dos enzimas muy parecidas codificadas por los genes OOMT1 y OOMT2.De todas las rosas silvestres, las rosas chinas son las únicas que poseen el gen OOMT1. Los investigadores encontraron los genes OOMT en 18 especies de rosas silvestres representativas del género Rosa. Sus trabajos demuestran que si bien todas estas rosas poseen el gen OOMT2, las rosas chinas son las únicas que tienen el gen OOMT1. Además, el análisis filogenético de esta familia de genes indica que el gen OOMT1 de las rosas chinas se desarrolló a partir de una duplicación del gen OOMT2, en parte debido a una mutación puntual en el gen que modifica el sitio activo de la enzima OOMT1 correspondiente. Esta mutación, que caracteriza la enzima OOMT2, permite una síntesis eficaz de DMT.El gen OOMT1 y el perfume de té, que al principio sólo se encontraban en dos especies de rosas silvestres chinas, se transmitieron durante el proceso de creación de rosas modernas y se encuentran hoy en día en miles de cultivares en jardines de todo el mundo.Numerosas rosas del jardín tienen perfume, sin embargo no es el caso de las variedades recientes creadas para el mercado de la flor cortada. Estas variedades, seleccionadas según criterios de productividad y de longevidad en florero, muchas veces no tienen perfume. Desde hace algunos años, los consumidores demuestran más interés por el perfume, que cobra cada vez más importancia en el éxito comercial de una nueva variedad.
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