Hubo una época muy larga por cierto, en que la leche de vaca fue considerada un alimento de propiedades increíbles: el remedio alimentario de los niños; el bastión nutricional de los de la edad madura. Pero eso fue en el pasado.
Hoy día, gracias a las revelaciones científicas que la bioquímica y la nutrición han arrojado en los últimos 23 años, se sabe que la leche dista mucho de ser el alimento perfecto que se creía. Los brotes epidémicos de enfermedades como el síndrome de Creutzfeldt-Jacob (la versión humana del síndrome de la “vaca loca”), y los conocidos casos de muerte súbita que sesgan la vida de miles de niños en Occidente cada año, son algunas de las muchas razones que deberían alertarnos con respecto al consumo de la leche de vaca. ¡Claro que todos los mamíferos necesitamos la leche para garantizar el desarrollo de nuestros músculos, huesos y nervios! Pero, hasta donde hemos podido comprender el asunto, la leche que necesitamos no es precisamente la de un animal que no pertenece a nuestra especie.
Hoy día, gracias a las revelaciones científicas que la bioquímica y la nutrición han arrojado en los últimos 23 años, se sabe que la leche dista mucho de ser el alimento perfecto que se creía. Los brotes epidémicos de enfermedades como el síndrome de Creutzfeldt-Jacob (la versión humana del síndrome de la “vaca loca”), y los conocidos casos de muerte súbita que sesgan la vida de miles de niños en Occidente cada año, son algunas de las muchas razones que deberían alertarnos con respecto al consumo de la leche de vaca. ¡Claro que todos los mamíferos necesitamos la leche para garantizar el desarrollo de nuestros músculos, huesos y nervios! Pero, hasta donde hemos podido comprender el asunto, la leche que necesitamos no es precisamente la de un animal que no pertenece a nuestra especie.
Cada especie animal correspondiente a la clasificación de los mamíferos produce una clase de leche biológicamente adaptada para ser consumida por los miembros de esa especie en particular. En el caso de la vaca, su leche es excelente para el becerro, quien deberá triplificar su tamaño y peso de nacimiento aproximadamente en un año. Seguramente estarás familiarizado con los estribillos de la industria lechera tales como: “La leche (de vaca) es el alimento perfecto de la naturaleza” y “La leche es la fuente de calcio autorizada por la naturaleza”. Ciertamente estos han sido los responsables de que millones de padres obliguen a sus hijos a tomar leche de vaca, basados en el temor de que si no la toman podrían crecer raquíticos.
Pero la verdad sobre el calcio es otra muy diferente. Lo primero que debemos saber es que el mineral que más abunda en la naturaleza es el calcio. Lo puedes encontrar en alimentos como la papa, el ají, las habichuelas, los vegetales verdes, los cítricos, la piña y otros. De los 15 diferentes tipos de calcio que se encuentran en la naturaleza, el que esta presente el la leche de vaca es el único que presenta contratiempos al organismo al momento de digerirlo y asimilarlo. Para ser más exactos, el cuerpo humano no absorbe más del 22% del calcio presente en un vaso de leche. Y lo que es peor aun, el hígado y los riñones se recargan bastante al tratar de manejarlo.
Si nos tocara tener que describir en una sola oración como vemos la leche de vaca, diríamos que esta es un engañoso y peligrosísimo “coctel” de bacterias, hormonas, células somáticas, sangre, proteínas de alto estrés biológico y virus; aderezado con antibióticos, pesticidas, fungicidas, germicidas y unas que otras hormonas genéticamente alteradas para inducir una mayor producción de leche en las vacas.
En realidad no estamos solos en esta opinión. Médicos de la estatura científica del Dr. Spock y del extinto y afamado Dr. Oski, así como instituciones medicas de mucha credibilidad como la Asociación Americana de Pediatría de los Estados Unidos, han elevado sus voces en franca y responsable protesta por la osadía de las asociaciones lecheras que no han escatimado ningún medio para lograr sus fines, incluso el engaño, así como la diseminación de falsos conceptos nutricionales.
Por ultimo, te invitamos a que consideres estos hechos irrefutables:
1) Los niños que son alimentados con leche de vaca, después de haberles eliminado la leche materna , tienen un 65% mas de probabilidad de desarrollar cardiopatías, que los demás que no la consumen.
2) Las mujeres que después de 18 años de edad continúan tomando leche de vaca, aumentan en un 3.8% anual la posibilidad de contraer cáncer de senos después de los 40 años de edad.
3) Los países en que el consumo de leche de vaca es estimulado sobre la base de prevenir la osteoporosis, son precisamente los más propensos a sufrir de esta enfermedad.
4) Hasta donde la ciencia medica ha podido comprobar, la ingesta de leche de vaca esta vinculada a la génesis o agudización de no menos de 64 enfermedades, incluyendo la artritis, la diabetes infantil, algunas leucemias infantiles, los procesos fibroquisticos en mujeres y el cáncer de próstata en los hombres.
¿Aun continúas creyendo que la leche de vaca es natural y saludable para ti o tus hijos?
Pero la verdad sobre el calcio es otra muy diferente. Lo primero que debemos saber es que el mineral que más abunda en la naturaleza es el calcio. Lo puedes encontrar en alimentos como la papa, el ají, las habichuelas, los vegetales verdes, los cítricos, la piña y otros. De los 15 diferentes tipos de calcio que se encuentran en la naturaleza, el que esta presente el la leche de vaca es el único que presenta contratiempos al organismo al momento de digerirlo y asimilarlo. Para ser más exactos, el cuerpo humano no absorbe más del 22% del calcio presente en un vaso de leche. Y lo que es peor aun, el hígado y los riñones se recargan bastante al tratar de manejarlo.
Si nos tocara tener que describir en una sola oración como vemos la leche de vaca, diríamos que esta es un engañoso y peligrosísimo “coctel” de bacterias, hormonas, células somáticas, sangre, proteínas de alto estrés biológico y virus; aderezado con antibióticos, pesticidas, fungicidas, germicidas y unas que otras hormonas genéticamente alteradas para inducir una mayor producción de leche en las vacas.
En realidad no estamos solos en esta opinión. Médicos de la estatura científica del Dr. Spock y del extinto y afamado Dr. Oski, así como instituciones medicas de mucha credibilidad como la Asociación Americana de Pediatría de los Estados Unidos, han elevado sus voces en franca y responsable protesta por la osadía de las asociaciones lecheras que no han escatimado ningún medio para lograr sus fines, incluso el engaño, así como la diseminación de falsos conceptos nutricionales.
Por ultimo, te invitamos a que consideres estos hechos irrefutables:
1) Los niños que son alimentados con leche de vaca, después de haberles eliminado la leche materna , tienen un 65% mas de probabilidad de desarrollar cardiopatías, que los demás que no la consumen.
2) Las mujeres que después de 18 años de edad continúan tomando leche de vaca, aumentan en un 3.8% anual la posibilidad de contraer cáncer de senos después de los 40 años de edad.
3) Los países en que el consumo de leche de vaca es estimulado sobre la base de prevenir la osteoporosis, son precisamente los más propensos a sufrir de esta enfermedad.
4) Hasta donde la ciencia medica ha podido comprobar, la ingesta de leche de vaca esta vinculada a la génesis o agudización de no menos de 64 enfermedades, incluyendo la artritis, la diabetes infantil, algunas leucemias infantiles, los procesos fibroquisticos en mujeres y el cáncer de próstata en los hombres.
¿Aun continúas creyendo que la leche de vaca es natural y saludable para ti o tus hijos?
(información proveniente de linkVerde)